
HISTORIA
Historia del Fileteado Porteño
El Fileteado porteño nació en las fábricas de carros de nuestra ciudad a principios del siglo XX. Al igual que en el tango, y como toda creación popular, no hay un primer artista ni una fecha exacta que permitan determinar con exactitud el inicio de esta práctica,
Muchos de sus iniciadores formaban parte de las familias de inmigrantes europeos, los testimonios coinciden en que fueron tres inmigrantes italianos los que desarrollaron casi contemporáneamente el Filetado trabajando dentro de las diferentes carrocerías existentes al inicio del novecientos y, algunos elementos artísticos traídos por ellos se combinaron con los del acervo criollo, creando un estilo típicamente argentino.
Se utilizo principalmente sobre camiones y colectivos hasta la década del 70, época en que comienza a tener nuevas aplicaciones, ya que un decreto dictado por la dictadura Argentina, lo prohibiera. De esta forma el Fileteado Porteño se desarrollo hasta convertirse en un género pictórico. Actualmente y debido a su auge, el fileteado es también una original forma de design propio de la Argentina, con amplio reconocimiento en el exterior.
En el año 2006 la legislatura porteña declaró al fileteado como Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires a partir de la sanción de la ley 1941.
El Filete Porteño
El Fileteado porteño es un arte decorativo y popular típico de la Ciudad de Buenos Aires. Sus formas son estilizadas, de colorido intenso y pintadas con intención de volumen. Flores, cintas, hojas de acanto, dragones y pájaros son elementos propios de su repertorio, que se combinan con frases e imágenes de personajes populares. Generalmente se incluyen dentro de la obra frases populares, refranes poéticos o aforismos chistosos, emocionales o filosóficos, escritos a veces en lunfardo y con letras ornamentadas, generalmente góticas o cursivas.
Así como el tango define musicalmente a Buenos Aires, el Fileteado Porteño constituye su iconografía. Ambas manifestaciones artísticas, se caracterizan por su origen popular.
El resurgimiento del fileteado se debe en gran medida al ingenio y creatividad de quienes buscaron nuevos soportes para plasmarlo. Así, tanto las paredes de la ciudad, como ropas, botellas, tapas de CD o hasta la piel humana mediante el tatuaje son algunas de las diversas superficies en las que se propagó